El concejal de IP, Juan Guillén, asegura no mostrarse sorprendido por aquellas informaciones que hacen referencia a retrasos en obras de mejora del patrimonio industrial del puerto. En este sentido Guillén señala: «Lo primero que tenemos que decir es que no nos sorprenden este tipo de noticias, ya que todo lo relativo al patrimonio industrial, por un motivo o por otro, siempre está sufriendo retrasos. Y ahí tenemos no solo el ejemplo de los problemas burocráticos en la ejecución de las obras de la Nave de Talleres, sino también en el inacabado Museo Industrial, o la apertura del Alto Horno con el elevador, o la Gerencia, etc. etc.»
Para el edil de Iniciativa es incomprensible que surjan problemas entre dos administraciones del mismo color político: «El caso que nos ocupa ahora del nuevo retraso en la habilitación de la Nave de Talleres, parece ser que se debe a una falta de coordinación entre las administraciones local y autonómica. Estamos hablando de una actuación no demasiado complicada, consistente en la realización de unos aseos independientes para el público, la adecuación de la estructura a la normativa contraincendios, y subsanar un problema de filtraciones de agua».
Avanzando en su línea argumental, Guillén localiza el problema entre las dos administraciones: «Esta actuación, valorada aproximadamente en 1,4 millones de euros, la ejecuta la Generalitat, pero los permisos para realizar las obras deben otorgarse en una primera instancia por el Ayuntamiento de Sagunto, para en una segunda fase ser la Conselleria de Justicia y Administraciones Públicas quien dictamine. Pues bien, entre unos y otros la casa sin barrer, ya que por falta de diálogo el expediente ha estado yendo y viniendo entre una administración y otra y la realización de las obras continúa parada. Y lo que es peor todavía: no hay fecha para el inicio de los trabajos, ni por supuesto para su finalización».
Para juan Guillén todos estos retrasos solo responden a una manifiesta falta de voluntad política: «Nos llama la atención que siendo dos administraciones gobernadas por los mismos partidos políticos sucedan estos problemas burocráticos de descoordinación. Problemas que solo pueden achacarse a la falta de una decidida voluntad política para poner en valor el patrimonio industrial porteño. Estamos convencidos que, si algún alto cargo político se hubiera interesado por el problema, ahora no estaríamos en la situación de impasse en la que nos encontramos».
Finalmente, recuerda el concejal de Iniciativa Porteña que, aunque se acaben las obras programadas para la nave de talleres, esta instalación no se podrá abril al público: «El retraso en las obras de adecuación de la Nave de Talleres es todavía más grave si tenemos en cuenta que, una vez realizadas, faltará concretar que actividades se realizan, qué modelo de funcionamiento siguen, o bajo qué fórmula administrativa se gestiona ese espacio. Algo similar, salvando las distancias, a lo que ocurre con el Museo Industrial. Una cosa es el continente y otra el contenido. Por eso y, desgraciadamente, aún tardaremos años en disfrutar de este emblemático edificio porteño».