El IES Número 5 de Puerto de Sagunto acogió ayer, lunes 25 de marzo, una gran novedad: el I Campeonato Scrabble Escolar en Valenciano de las comarcas centrales, con la participación de más de 160 alumnos de seis centros de secundaria de la comarca. Por parte del Ayuntamiento de Sagunto han colaborado los departamentos de Educación y de Normalización Lingüística.
Desde las 9:30 horas empezó la final comarcal, cuyos ganadores podrán viajar a Barcelona a una competición general. Desde el año 2019 varios centros de la ciudad han estado preparándose y participando en los campeonatos. Si bien la alerta sanitaria limitó los encuentros presenciales, poco a poco fueron volviendo a la normalidad y se puede decir que se ha consolidado este juego de habilidades lingüísticas en varios centros escolares de la comarca gracias al empujón, entre otros docentes, de la profesora de lengua Cristina Marqués, ahora en la plantilla del IES Número 5.
Estos campeonatos son organizados por el Club de Scrabble Castelló y Comarcas y la FISCO, con la colaboración puntual de otras entidades como la AVL, Acció Cultural del País Valencià, el Ayuntamiento de Castelló y el Ayuntamiento de Sagunto. La organización tiene el deseo de esparcir el interés por el Scrabble como herramienta didáctica y lúdica en otros centros de toda la Comunidad Valenciana.
El Scrabble es un juego lingüístico de mesa. El objetivo es acumular la máxima puntuación posible formando palabras que constan en el diccionario en una parrilla de 15×15 casillas, algunas de ellas bonificadas, usando fichas individuales que se cogen aleatoriamente de una bolsa. Este juego se vende en más de 120 países y hay versiones en más de 30 lenguas diferentes, entre ellas el valenciano. Su éxito lo hace merecedor de figurar en el National Toy Hall of Fame. También tiene un día mundial dedicado, el 13 de abril, día del nacimiento de su creador, Alfred Mosher Butts. El Scrabble es muy flexible y permite muchas variantes de juego, cada una de ellas con sus particularidades. En la modalidad original del juego, entre 2 y 4 jugadores se enfrentan para conseguir la máxima puntuación. Cada jugador dispone de unas fichas con letras que tiene que combinar para formar una palabra válida en su idioma. Las palabras se tienen que colocar en un tablero, ligándolas con las palabras ligadas previamente, formando una estructura trabada similar a los crucigramas. Cada ficha tiene un valor determinado y algunas partes del tablero multiplican este valor, o el valor total de la palabra formada. Gana la persona que suma más puntuación al haberse acabado las fichas. Para validar una palabra jugada se suele consultar un diccionario estándar.
En 1938, el arquitecto de Nueva York Alfred Mosher Butts creó el juego como una variante de un juego de palabras inventado previamente por él, el Lexiko. Los dos juegos tenían el mismo número de fichas y la misma distribución de puntos, valores que Butts calculó meticulosamente a partir de un análisis de frecuencia de las letras que aparecían en la portada del New York Times. El nuevo juego, que denominó “Criss-Crosswords”, ya tenía el tablero de 15x15 y parecía de crucigrama. Butts fabricó unos cuantos juegos, pero no tuvo éxito al intentar vender la idea a los principales fabricantes de la época. Evidentemente, la historia les quitó la razón.
