Ana María Quesada es la nueva concejala de Cultura, entre otros cargos que ostenta en el Ayuntamiento de Sagunto. Esta militante socialista, que nació en Puerto Sagunto allá por 1968, es técnica superior en Administración y Finanzas, está divorciada y durante más de veinte años ha prestado sus servicios en una multinacional del sector del comercio, compañía de la que ahora se encuentra en periodo de excedencia forzosa por cargo público. La que dirigirá el Departamento de Cultura durante estos próximos cuatro años, tiene bastante claros cuáles son los objetivos más prioritarios que ha de alcanzar en este periodo de gestión. Una de estas metas es la de poner fin al solapamiento de actos culturales, pero no es la única, también quiere abril el Consejo Asesor de Cultura al talento local, dando cabida a entidades y creadores. Está segura de que el cambio de Gobierno en la Generalitat Valenciana afectará a la relación, aunque espera que, en lo esencial, no haya cambios sustanciales. En todo caso, valora muy positivamente la continuidad del gobierno de Pedro Sánchez en España porque, como ha venido ocurriendo hasta ahora, seguirán llegando las subvenciones culturales desde Madrid.
Después de unos meses de toma de contacto, ¿Cómo ha encontrado el Departamento de Cultura?
Bastante bien organizado a nivel interno y, luego, Cultura tiene buena programación. Soy usuaria, también, de la cultura municipal y, en general, siempre ha tenido buena programación.
Entonces, como nueva administración, ¿piensan modificar algo o que siga todo rodando igual?
Nuestra filosofía es distinta respecto a lo que se ha venido haciendo hasta ahora, porque consideramos que la cultura tiene que llegar a todo el mundo, ya no porque sea accesible económicamente, por precio, que eso también, desde luego, sino por el tipo de cultura que se ofrece a la ciudadanía. No me gusta estar encasillados en ningún tipo de cultura en concreto. Es cierto que aquí hay música, teatro, cine, hay mucha variedad, pero, aun así, encuentro que falta abrir un poco más el abanico.
¿Quiere decir que la cultura ha sido diseñada para satisfacer a un determinado segmento?
Sí, para mí ha estado enfocada a determinado público con un nivel de estudios medio, alto…
¿Se refiere a un enfoque elitista?
Tampoco diría que es elitista, pero sí que diría un poco sesgada. Dando por hecho el tipo de población al que se puede dirigir la cultura, que yo la entiendo con mucha más amplitud, sobre todo porque es lo que yo he vivido. Yo vengo de una familia numerosa con recursos justitos, pero que nos ha gustado la cultura, prácticamente toda la cultura. A todos nos gusta la música, el cine, el teatro. Soy de las pocas de mi generación, o de las muchas, que veíamos ‘Estudio 1’ y en aquel tiempo yo era una cría. Creo claramente que la cultura, el conocimiento, es lo que nos hace ser libres como personas, ya sé que es una frase muy manida, pero es en lo que creo. Cuanto más sabes, cuanto más conoces, más abres tu mente y, además, de ser menos manipulable, eres más tolerante y respetuoso con la persona que es diferente, sea por lo que sea. La cultura del conocimiento es lo que te ayuda a tener esa capacidad.
Y el equipo del Departamento de Cultura, ¿qué tal?
Hay un equipo humano muy bueno, con gente con mucha experiencia. Nuestro técnico de cultura tiene muchísima experiencia también, pero, al final, como ocurre en cualquier departamento, no quiero centrarme solo en Cultura, el funcionariado, la persona que lleva muchos años haciendo lo mismo, de la misma manera, es difícil que puedan verlo de la forma que lo ve una persona que acaba de llegar, que viene de pie de calle y hacer cambiar la forma de funcionar.
«Creo que en este municipio y en ambos núcleos hay necesidades que hay que cubrir y que no están cubiertas todavía y para mí el auditorio no es de las más prioritarias. No digo que no sea necesario, pero creo que, ahora mismo, no es de lo más urgente».
¿Es difícil introducir dinámicas nuevas?
Hasta en eso creo que soy afortunada porque también lo estamos haciendo, o sea, le he explicado a mi equipo cuál es mi filosofía como concejala de Cultura y la verdad es que yo voy aprendiendo y ellos también van asumiendo la forma de funcionar diferente que tengo, así que estoy contenta y lo digo con toda sinceridad.
Uno de los problemas que presenta la programación de actividades es el solapamiento, es decir, dos actos de interés a la misma hora y en lugares diferentes. ¿Cómo piensan atajar esta cuestión?
Estamos completamente de acuerdo en que ese es un problema que hay que atajar y ese es uno de mis objetivos en esta legislatura a cumplir en el plazo más breve de tiempo. Pensamos que es necesario afrontar este asunto por dos motivos, el primero, porque hay actos que son para el mismo tipo de público que, lógicamente, tienen que elegir. Me sucede a mí muchas veces, como concejala de Cultura, que tengo dos eventos a la misma hora. El segundo motivo es claramente de un mejor aprovechamiento de los recursos económicos, porque con estas duplicidades lo que realmente hacemos es duplicar el gasto, aunque para mí la cultura siempre es una inversión, pero es cierto que a veces no es necesario.
En eso también influye el que existan dos núcleos de población importantes en el municipio, como son Sagunto y Puerto, ¿no?
Es una realidad que tenemos dos núcleos y que hay población que baja al Puerto o que sube a Sagunto sin ningún problema, según lo que le apetezca ver, pero, de hecho, estamos trabajando ya, empezando con Juventud, para hacer una agenda conjunta, aunque soy consciente de que nos costará un poco romper con esos hábitos y rutinas de trabajo, porque todo esto que estamos impulsando complica un poco más el trabajo del día a día. De momento, lo que pretendemos es que Juventud y Cultura no se solapen, que ya es un avance. Pero es que, incluso, hay veces que se solapan propios actos de Cultura y eso, para mí, es inviable totalmente. En este tema ya estamos trabajando para que este próximo año no se den estos solapes.
Programar la agenda tampoco será tarea sencilla, ¿verdad?
No lo es. Parece fácil tener una agenda común, pero no lo es porque luego entras en la parte de programar y las fechas disponibles para que venga un artista o una compañía de teatro. Intervienen muchos factores y no siempre es fácil casar la agenda. A veces hay prisa por cerrar la programación del trimestre, no es sencillo, además, el Departamento de Cultura necesita refuerzo porque falta una plaza por cubrir y estamos con ello porque tampoco queremos que sea alguien de gestión administrativa, sino alguien que viva el mundo de la cultura y que sea de la parte técnica y en eso estamos.
Ahora, con doce de trece concejales del PSOE en el equipo de Gobierno, todo rodará mejor, ¿no?
Excepto Roberto Rovira, todos los concejales somos del mismo grupo, por lo que, en teoría, debe ser más fácil que trabajemos y alcancemos los logros que nos proponemos. Nuestro objetivo, en este caso concreto, es tener una agenda única, que no se solapen actos que van dirigidos a un mismo tipo de público.
En esta nueva trayectoria, ¿La programación cultural elevará el nivel de calidad y dará cabida al talento local?
Hay que racionalizar y en base a tu presupuesto vas a programar. Nuestro objetivo puede ser el de traer cada trimestre una obra de muy buena calidad. Esa obra vale un dinero. No es lo mismo traer una obra de 3.000 o 4.000 euros que programar otra que cuesta 10.000 o 12.000 euros. Nuestro objetivo es que una vez al trimestre haya una obra de calidad, eso también significa que luego tendremos que dejar de hacer obras más pequeñas, pero luego, una prioridad nuestra es que la producción local, el talento local, el Ayuntamiento lo refuerce. Por eso digo que se trata de ver qué prioridades se tienen y, en base a esas prioridades y el presupuesto, casarlo todo. No es fácil.
¿De qué forma piensan darle más participación al talento local en la programación de Cultura?
La programación de este último trimestre del año prácticamente estaba ya hecha. Cuando yo me hice cargo había que cerrarla para atar fechas y demás y yo tampoco quería marear al equipo más de lo justo, pero cada dos semanas tenemos alguna representación de personas que viven aquí o que han nacido aquí y se han marchado fuera a trabajar y han vuelto. Cada trimestre tenemos talento local sobre el escenario. Todos los trimestres y con más de una obra y más de dos.
Una de las aspiraciones de los artistas locales es formar parte del Consejo Asesor de Cultura ¿Se producirá algún avance en esta línea?
Sí. Para que todo el talento local esté bien representado, vamos a modificar el Consejo Asesor de Cultura. Si no hay contratiempos, el primer Consejo de Cultura lo vamos a convocar para la segunda semana de diciembre. Ya les comenté a los grupos municipales que las asociaciones culturales deben estar representadas, aunque lo difícil será ver qué asociaciones están presentes en el Consejo, porque como hay tantísimas. Por suerte tenemos muchísima actividad, pero, por lo menos, de todas las ramas tendrá que haber representación y ya veremos cómo lo organizamos, pero esa es una forma de que las personas que hacen arte en el municipio también estén representadas y de tenerles en cuenta. En Cultura, considero que a todas las asociaciones, incluso personas independientes que no estén en ninguna entidad, pero que hacen cultura en nuestro municipio, se les tiene que escuchar.
¿Qué es lo que más aceptación tiene entre el público de lo que se programa desde Cultura?
Lo que más llena es, sobre todo, la parte de humor. Nos gusta ir a divertirnos. Por ejemplo, tuvimos hace poco ‘El Crédito’, con Pablo Carbonell y Armando del Río, y se llenó la Casa de Cultura hasta arriba. Eso es lo que más atrae al público, luego, también fue un éxito el ‘Libérate’ en homenaje a Rafael Conde ‘El Titi’, que se hizo en el Mario Monreal. En general, las obras más grandes, que normalmente son de fuera, aunque no siempre, porque aquí también hay buenos creadores, suelen llenar. Cuando traes calidad, el público responde y las salas se llenan, además, Sagunto es un municipio con la suficiente entidad como para traer obras importantes, aunque, por presupuesto, solo sea una vez al trimestre.
Para acoger toda esta programación, ¿cómo anda el municipio de instalaciones culturales?
Tenemos cuatro, dos en Sagunto y dos en el Puerto. Tenemos el Teatro de Begoña, que, como es una cesión desde Conselleria de Educación, todo lo que se programa ahí por parte del Ayuntamiento siempre es gratuito, sea de mayor o menor calidad y luego tenemos la Casa de Cultura, que es donde más público cabe de todo el municipio. Todo eso en el núcleo del Puerto y en el de Sagunto está el Mario Monreal y el Auditorio Joaquín Rodrigo, o sea que vamos bien, tenemos dos salas en cada núcleo.
¿En este municipio hace falta un auditorio en condiciones y con capacidad?
Creo que sí que hace falta, pero entiendo que hay otras cuestiones más necesarias para la población, como, por ejemplo, acabar la Gerencia, que es un empeño que tenemos. Hemos empezado con la Gerencia, ahí se han invertido tres millones de euros y hay que acabarla. Se ha concluido ya su parte este y nos queda la otra parte y luego hay que utilizar esos espacios. Seguimos teniendo pendiente finalizar las obras del Casino, que, además, será un espacio cultural que gestionará Cultura. Tenemos también pendiente el edificio de la Cope, donde queremos habilitar un CEAM. Estamos ahí, peleando, para que eso sea así. En la pasada legislatura hemos acabado el pabellón multiusos. Creo que en este municipio y en ambos núcleos hay necesidades que hay que cubrir y que no están cubiertas todavía y para mí el auditorio no es de las más prioritarias. No digo que no sea necesario, pero creo que, ahora mismo, no es de lo más urgente.
¿El cambio de Gobierno en la Generalitat Valenciana afectará a Sagunto?
Seguro. Si afecta siempre del mismo partido que sigue, pero cambian las personas, pues mucho más cuando cambia el signo político y, además, se ha ido de un extremo al otro, pero, de momento, en Cultura parece que no vamos a tener tanto problema. Nosotros dependemos, a nivel de subvención, del Ministerio de Cultura y esa se mantiene a través de Platea. Estamos ahí, en una red de obras de teatro que vienen subvencionadas. Luego está el Instituto Valenciano de Cultura y, en principio, no parece que vaya a afectar a las subvenciones que van a los municipios, pero, hasta que no pase este año, no sabremos en qué nos afectará. Hasta que en enero no me siente con el Instituto Valenciano de Cultura por primera vez, no sabremos si se producirán cambios o no. Veremos qué pasa en el futuro, aunque, hasta ahora, no hemos tenido ningún problema con la Conselleria de Cultura. En lo que hemos tenido de trato ha sido cordial y positivo.
