En diciembre de 2007, tras un complicado proceso parlamentario, se aprobaba la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura, la conocida como Ley de Memoria Histórica. Fue este el primer gran avance en esta materia treinta años después del fin de la dictadura en España.
Quince años después una nueva ley veía la luz, la Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática, que avanzaba en diversas cuestiones con respecto a la aprobada en 2007.
Con el Gobierno del Botànic se aprobaba en el año 2017, la Ley 14/2017, de 10 de noviembre, de memoria democrática y para la convivencia de la Comunitat Valenciana. Esta norma, junto a sus modificaciones y desarrollo normativo en las dos pasadas legislaturas puso a la Comunidad Valenciana a la vanguardia de las políticas públicas por la justicia y reparación de las víctimas, mujeres y hombres en una lucha silenciada durante 40 años de dictadura franquista, la cual privó a estas personas de su vida, sus bienes, o su libertad, y muchas veces también la de sus familiares.
Importante fue el avance de la segunda legislatura del gobierno de coalición en el País Valenciano, trabajando junto a las familias y las Asociaciones por la recuperación de la memoria. Los datos son evidentes, un periodo en el que se han conseguido abrir 328 fosas y recuperado más de 2.500 víctimas de las cuales casi 300 ha sido identificadas y entregadas a sus familias. Más del 70% de las fosas del País Valencià han sido intervenidas y los cuerpos exhumados, quedando principalmente las de combatientes y bombardeos.
Después de todos estos avances, el nuevo gobierno valenciano del PP y VOX, registró el pasado mes de marzo, la Proposición de Ley de Concordia de la Comunitat Valenciana que pretende dilapidar todo lo conseguido durante los últimos años.
La propuesta de ley, de apenas siete páginas, con un prólogo absolutamente negacionista sobre los hechos históricos y únicamente 5 artículos que deroga la Ley 14/2017, de 10 de noviembre, de memoria democrática, es impropio de cualquier gobierno que se califique de demócrata.
La propuesta de la derecha y la extrema derecha pretende mezclar absolutamente todo, mezclar víctimas con verdugos o mezclar democracia con dictadura y evitar así decir la verdad. En pleno siglo XXI es un absoluto despropósito ocultar que nuestro país sufrió un golpe de estado promovido por generales apoyados en las potencias nazifascistas, el poder económico, la oligarquía y la jerarquía católica de la época contra la II República democráticamente constituida. Que provocaron una guerra terrible y una dictadura de casi 40 años que se mantuvo en el poder mediante el crimen y el terror y con una represión brutal, de forma sistémica y sistemática.
A parte de ser un despropósito a nivel histórico, la escueta propuesta de Ley mezcla las víctimas de la violencia, con las de la guerra, la dictadura e incluso el “terrorismo etarra e islámico”. Curiosamente se les olvida mencionar el terrorismo de extrema derecha, responsable por ejemplo de la matanza de los abogados laboralistas de Atocha. Pretenden hacer una mezcla, de lo que les interesa, que carece de sentido pero que tiene un claro objetivo ideológico de diluirlo todo.
Esta propuesta de ley es, en definitiva, un texto que aboga por el negacionismo y que es absolutamente contraria a los derechos de las víctimas de violencia por crímenes de Lesa Humanidad reconocidos por el Derecho Internacional Humanitario, a la Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática, así como resoluciones y pactos internacionales firmados por España.
Nuestra Ciudad no es ajena a esta barbaridad porque sabe muy bien lo que supuso la guerra civil y la dictadura. Derecha y extrema derecha olvidan interesadamente los bombardeos italianos sobre la población civil durante la guerra. Las vecinas y vecinos que tuvieron que soportar los campos de concentración. Olvidan también a las personas condenadas a muerte por defender la libertad y la democracia como también olvidan a las innumerables victimas de la represión que fueron detenidas, encarceladas y torturadas en nuestra Ciudad, algunas de ellas aún con vida.
La derecha del PP arrastrada por la extrema derecha de VOX escriben otro negro capítulo. Empezaron con la negación del cambio climático, siguieron con la negación de la violencia machista y ahora niegan la historia y la memoria de las víctimas del franquismo ¿Qué será lo siguiente?
Roberto Rovira Puente
Portavoz de EU-UP en el Ayuntamiento de Sagunto
